jueves, 4 de junio de 2009

EN LAS FILAS DE LA DIGNIDAD


En el va y ven de la vida muchas frases nos impactan, pero en nuestra mente solo quedan aquellas que logran superar y sorprender a la conciencia.

El saber del pueblo trasciende las barreras del tiempo y es el afán de la cultura que lo hace parte esencial de la identidad de un ser nacional. Por ello es una propiedad popular, una expresión diversamente social.

La transformación de nuestra sociedad sólo será posible si construimos un nuevo referente a partir de la unión de una rebeldía crítica y el estudio de lo posible. Se hace necesario (enfocar) al arte como fuente del sentir de la mayoría; hay que dar igual importancia a los novatos que a los guruces, ambos son parte del todo que somos como nación.

Es frecuente al abordar algún vehiculo de transporte público (quienes tenemos la dicha) que participemos de debates informales sobre el acontecer social y fue en un oportunidad de esas, donde acompañado de un rap comercial de fondo, pensé en jóvenes en tiempos y espacios diferentes.

Entre tantos, sobresalieron los palmeros, esos cuatro muchachos: Amaury Germán Aristy, Bienvenido Leal Prandy (la chuta), Ulises Cerón Polanco y Virgilio Perdomo, que con su gallardía y poder de resistencia combatieron la represión, más que de un cuerpo armado, de una dictadura.

También memoré Al general Gregorio Luperón, a Caamaño, el general del pueblo; a Manolo Tavarez Justo, a Amín Abel, a Maximiano Gómez, a Otto Morales, Nicolás Valerio, Flavio Suero, Sagrario Ercira Díaz.

El ejemplo parece repetirse como una onda inagotable, como fue puesto hace dos siglos atrás por los trinitarios y por los restauradores; en el siglo recién pasado le toco a muchos también, cuyo sacrificio logró que una y otra vez pudieran reencausarse los rieles de la democracia y que la voz soberana del pueblo resonara con grandeza, destruyendo dictaduras y acabando con regímenes represivos.

Juventud, es ahora cuando la patria necesita la transformación de lo que parece ser libertad a una realmente conformada; que cada uno de nosotros se convierta en el puente de ideas que agite el cambio que es posible mediante a la solidaridad, la amistad, el amor y la justicia.

Y cual en medio de la cuaresma remembré a Jesús, su víacrusis y sacrificio, quien sin duda alguna, de estar físicamente presente defendería su pueblo, aunque tuviera que morir como lo hicieron los palmeros: con las botas puestas.

Gracias a Justicia Global por recibirnos en el 11mo Encuentro Arte y Revolución, a Villa con Voz por permitirme publicar éste trabajo en sus páginas y a Juventud Caribe por ser una de mis Escuela de Formación.

1 comentario:

Comunidad Periodística Villa con Voz dijo...

Felicidades, Stalin, eres un joven ejemplar y ojalá muchas personas le dieran un sentido similar a sus blogs. Tu artículo es muy acertado, eseperamos que Dios te bendiga mucho.