martes, 9 de marzo de 2010

Celebrar el Mes de las Mujeres analizando el Modelo de Masculinidad Agresora

homenaje a la luz que exige justicia para su integridad.


Por: Stalin Montero
Aunque no era la intensión, al tratar de agazajar el mes en el que se celebra el Día Intenacional de la Mujer, preferí circunscribirme a recordar a tantas mujeres que al sonar del tic tac fueron dejando huellas con la tinta indeleble del sudor, la fuerza y en los peor de los casos, la muerte.


La violencia de género no solo se produce desde el hombre hacia la mujer, aunque mayoría de veces es así. También existen casos diversos en que ésta se expresa desde la mujer para con sus congéneres y contrario a lo que muchos no creen, se presenta entre parejas del mismo sexo (tanto en hombres como en mujeres).

Es increíble ver como a través del tiempo la historia de la humanidad se ha entretejido en el marco de la violencia, el abuso desde unas personas para con otras y de manera muy lamentablemente, desde los hombres hacia las mujeres.

Una sociedad regida por un modelo patriarcal, lo cual si realmente existe un Dios en algún momento cambiará, ha puesto mucho énfasis en explotar a las descendientes de Eva y todo cuanto se parezca o realice la función que en nuestro planeta se ha asignado a ella.

Es doloroso ver como en el transcurrir de los millones de años que lleva nuestra especie, se han producido tantas barbaries y sigue siendo preocupante que tantas personas no tengan la posibilidad de expresarse libremente. Es aberrante pensar en que “a esta altura del juego” una inmensa cifra de seres humanas y humanos sigan siendo vetados de expresar sus sentimientos libremente.

Inaudito es pensar las razones por las que esto ocurre. Los intereses particulares del ortodoxismo religioso, de los sectores conservadores (en todas sus vertientes) y del modelo de masculinidad agresora que a diario se desgasta, ese que por tanto tiempo ha oprimido el sentir de la humanidad, en días no muy lejanos tendrá que desaparecer.


La traducción social de todo lo antes expuesto, se expresa en los casos que a diario hacen de “circo y pan”, esas horribles y lamentables desgracias de mujeres y demás seres vivos. El disfrute de esos “episodios” es una muestra palpable de la desaprensión de quienes al parecer siguen apostando a la destrucción humana.


Los feminicidios y los asesinatos de homosexuales, bisexuales y transgénero, son la más vulgar expresión que la bajeza, la cobardía y la intolerancia humana pueden producir, pero más preocupante es aún, la mutes y el aupar de las autoridades desde los gobiernos y los Estados ante esos casos. Dicha situación solo muestra el contubernio y la colaboración de esos sectores con esos asesinos.

Expresar el desacuerdo con la práctica de esos modos de relacionarse entre seres humanos, es un derecho que la libertad de expresión brinda a las ciudadanas y ciudadanos, pero atentar contra la integridad física, moral y emocional es un delito.

Finalmente, cuantificar la violencia de género y los abusos provocados por ella mediante los feminicidios, es ya una práctica de esa violencia. Además presentar como heroínas a las sobrevivientes de casos es un hecho loable, siempre y cuando no se utilice vagamente y como expresión clientelar.

Es necesario tomar cartas en el asunto con carácter inmediato, solo así se puede mostrar una real voluntad para la transformación de ese flagelo social hacia la prudencia, para así poder construir una sociedad basada en valores como la solidaridad, la justicia social y el amor.

jueves, 18 de febrero de 2010

Premio Nacional de Literatura 2010


Don Mateo Morrison
Además del galardonado discurso de agradecimiento de Don Mateo Morrison, la ceremonia fue una peña literaria.




Santo Domingo. El fragor de una noche pasó con placer ante nuestra presencia, dejándonos extasiados de emoción por el mil veces merecido galardón que el Ministerio de Cultura y la Fundación Corripio Inc. entregaron, a quien merece el titulo de “Poeta y Culturero Popular”.

La barriada de Villa Duarte, las calles de Santo Domingo y el Alma Mater de la Primada Universidad de América, retumbaron de emoción al elevarse con la estatuilla que reconoció a una figura tan emblemática para los espacios mencionados.

El mensaje una vez fue presagiado por un grande varias veces mencionado en la premiación y los hechos le reforzaban “Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro”, Octavio Paz.

La peña comenzó con las notas y el clamor melodioso de un terrícola de otro suelo, era Víctor Mitrov, un admirable desconocido para mi persona y mis oídos, pero quien en cuestión de minutos con lo innovador de la velada experimental construida junto a sus tres cómplices artesanos musicales, Elioenai Medina (pianista), Militza Iankova (violinista) y Dejan Kulenovich (chichi) en el Oboe.

La degustación de prosas y versos hizo su agosto en una jornada con néctares de nuestras letras criollas, en la misma sala en que la cultura dominicana estrenó un nuevo Premio Nacional de Literatura.

La introducción de Jacinto Gimbernard no dejo deseos de más, pero la extensa exposición, a la altura de su titulo, hizo de José Rafael Lantigua una parte estelar en la constelación ocurrida en el salón Carlos Piantini del Teatro Nacional, la noche del pasado miércoles 17 del corriente.

De Tony Raful disfrutamos una afrodisíaca semblanza que auguró lo enriquecedor que sería el plato fuerte. Las citas de la proeza de Morrison hecha vida se presentaron cronológicamente imperceptibles en la voz de Raful encarnado en estruendosa emoción.

Las palabras no se hizo esperar y para el ejemplo bastó un botón.
Ansioso, animado, emotivo y efusivo, son algunas de los estados en que pudimos ver a un Mateo Morrison tan particular como el que más y tan especial como siempre.

La influencia de sus ancestros, su época, su realidad, sus deseos, su barrio, su gente, su generación, pero especialmente de su alma y espíritu, hicieron parte de la penúltima intervención, esa misma que estuvo a cargo del homenajeado; ese que por más de cuatro décadas ha dedicado su acciones y su vida al quehacer literario, folklórico y cultural de la promoción de nuestro sociedad.

Más allá de su obra, tuvo a bien presentarnos sus deseos anhelados y el preocupado rol patriótico y cívico de un hombre consagrado con las letras; ese encarnado en el mismo efigie del hijo, hermano, esposo, padre, abuelo, tío, amigo y cómplice, venido de la generación de la posguerra dominicana. Un alma desnuda, construida como rompe cabezas en la voz de sus colegas.

Terminar la noche con el disfrute de una anécdota convertirá en nata cultural, fue la mejor estatuilla. Mateo se despidió con su sonrisa plena y sus pensamientos erguidos, sonaron los aplausos y el telón se cerró.